La alimentación consciente, también conocida como mindful eating, es una práctica que implica prestar atención plena al momento de comer, desde la elección de los alimentos hasta la experiencia de degustarlos, incluyendo las sensaciones físicas y emocionales. Se trata de estar presente en cada bocado, sin distracciones ni juicios, con el objetivo de desarrollar una relación más saludable y equilibrada con la comida.
¿En qué consiste la alimentación consciente?
- Atención plena:Se trata de enfocarse en la experiencia sensorial de comer, notando el sabor, la textura, el aroma y la apariencia de los alimentos.
- Escuchar al cuerpo:Reconocer las señales de hambre y saciedad, evitando comer en exceso o por impulsos emocionales.
- Reducir distracciones:Comer sin pantallas, sin conversaciones intensas, y sin realizar otras actividades que puedan distraer la atención del acto de comer.
- Disfrutar el proceso:Tomarse el tiempo para saborear cada bocado, masticar lentamente y apreciar la comida.
- Relación saludable con la comida:Dejar de lado la culpa, la ansiedad y el estrés asociados a la comida, y establecer una conexión más positiva con ella.
Beneficios de la alimentación consciente:
- Mejora la digestión:Comer despacio y con atención ayuda a una mejor absorción de los nutrientes y a evitar problemas digestivos.
- Control del peso:Al escuchar las señales de hambre y saciedad, se puede evitar comer en exceso y facilitar el control del peso.
- Reducción del estrés:Comer con atención plena puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados a la comida.
- Mayor disfrute de la comida:Al prestar atención a los sentidos, se puede apreciar más los sabores y texturas de los alimentos.
- Mejora la relación con la comida:Se puede desarrollar una relación más equilibrada y saludable con la alimentación, evitando patrones de alimentación poco saludables.
ACTIVIDAD EN EL AULA
- Comenzar con pequeños pasos: Dedicar unos minutos a la atención plena durante cada comida, eligiendo un alimento específico para concentrarse en él.
- Observar los alimentos: Prestar atención al color, la forma, el aroma y la textura de los alimentos antes de comer.
- Masticar lentamente: Masticar cada bocado varias veces antes de tragar, notando los diferentes sabores y sensaciones en la boca.
- Prestar atención a las señales del cuerpo: Reconocer la sensación de hambre y saciedad, y comer solo lo necesario.
- Evitar distracciones: Apagar el televisor, el teléfono y otros dispositivos electrónicos durante las comidas.
- Disfrutar del momento: Tomarse el tiempo para disfrutar de la comida y agradecer los alimentos.

Deja un comentario