Origen del gazpacho andaluz: influencia romana, árabe y americana

El gazpacho es una sopa fría con varios ingredientes como aceite de oliva, vinagre, agua, hortalizas crudas, generalmente tomates, pepinos, pimientos y ajo.​​

El gazpacho, en su esencia, es una mezcla saludable de vegetales frescos. Sin embargo, el sabor a menudo se potencia con la adición de sal. Aunque un poco de sal es esencial para el organismo, su consumo excesivo puede ser perjudicial, especialmente para la salud cardiovascular.

l origen del gazpacho es incierto, pero tradicionalmente se ha considerado un plato de Andalucía, donde el aceite de oliva y los productos de la huerta son abundantes y los veranos secos y calurosos. Podemos encontrar este plato en el recetario romano e incluso en la Biblia y parece ser que en un principio el gazpacho no llevaba verduras de ningún tipo, solo se componía de pan remojado en agua, vinagre y aceite, y ocasionalmente se añadía ajo o almendras. Este tipo se consumía ya durante el siglo VIII en la España de Al-Ándalus.

Pero es a partir del siglo XVI cuando encontramos lo que hoy es el actual gazpacho andaluz, cuando el tomate y el pimiento llegaron de América.

El gazpacho andaluz actual cuenta con un conjunto de propiedades muy particulares como sabor, olor, aroma, textura y color que producen sensaciones agradables al saborearlo por la variedad y sabor de sus ingredientes. 

Otras versiones de gazpachos son el ajoblanco, con almendras molidas y que se suele tomar acompañado de uvas o de trocitos de melón, y el salmorejo, servido normalmente con un poco de huevo duro y un buen jamón ibérico. Lo más importante en ambos casos es utilizar un excelente aceite de oliva virgen extra por sus múltiples beneficios para la salud.

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