La respiración abdominal, también llamada respiración diafragmática, es una técnica que consiste en inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca, utilizando el diafragma (músculo debajo de los pulmones) y los músculos abdominales para controlar el flujo de aire. Esta práctica ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno en la sangre, reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y disminuir la tensión muscular, lo que puede tener un efecto calmante y relajante.
¿En qué consiste la respiración abdominal?
- 1. Inhalación:Se inspira lentamente por la nariz, permitiendo que el diafragma se contraiga y se mueva hacia abajo, expandiendo el abdomen.
- 2. Exhalación:Se exhala lentamente por la boca, permitiendo que el diafragma se relaje y vuelva a su posición original, empujando el aire fuera de los pulmones y contrayendo el abdomen.
Beneficios de la respiración abdominal:
- Mejora la oxigenación:Permite una mayor entrada de oxígeno a los pulmones y una mejor oxigenación de la sangre.
- Reduce el estrés y la ansiedad:Al activar el sistema nervioso parasimpático, ayuda a reducir la respuesta de lucha o huida y promover la relajación.
- Disminuye la presión arterial:La respiración profunda y diafragmática puede ayudar a reducir la presión arterial elevada.
- Mejora la función pulmonar:La respiración abdominal puede ser beneficiosa para personas con enfermedades respiratorias como asma o EPOC.
- Promueve la relajación:Ayuda a disminuir la tensión muscular y a relajar el cuerpo y la mente.
- Mejora la digestión:El movimiento del diafragma durante la respiración abdominal puede masajear suavemente los órganos abdominales, favoreciendo la digestión.
ACTIVIDAD EN EL AULA
¿Cómo practicar la respiración abdominal?
- Encuentra un lugar tranquilo: Busca un lugar donde puedas relajarte sin distracciones.
- Adopta una postura cómoda: Siéntate con los pies apoyados en el suelo o acuéstate boca arriba con una almohada debajo de las rodillas.
- Relaja el cuerpo: Cierra los ojos y libera cualquier tensión muscular.
- Coloca las manos: Pon una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen, justo debajo de las costillas.
- Respira profundamente: Inhala lentamente por la nariz, sintiendo cómo el abdomen se expande bajo tu mano. Luego, exhala lentamente por la boca, sintiendo cómo el abdomen se contrae.
- Repite: Practica la respiración abdominal durante unos minutos cada día, aumentando gradualmente la duración a medida que te sientas más cómodo con la técnica.

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