Consta que la masa para realizar pan de jengibre (de la que posteriormente surgieron las galletas) se originó en Grecia a finales del siglo X y fue un monje, llamado Gregory de Nicopolis, quien llevó la receta hasta el centro de Europa en su peregrinación para evangelizar el norte de Francia. Aquel pan de jengibre se hizo inmensamente popular y fue llevado hacia otros puntos del continente a lo largo de los siguientes siglos.
La mayoría de historiadores coinciden en señalar que el origen de las galletas de jengibre con forma de muñeco surgió en la Inglaterra del siglo XVI y, concretamente, en la corte de la reina Isabel I. Parece ser que, al llegar el periodo navideño, la soberana mandaba realizar a sus cocineros unas galletas con masa de pan de jengibre y que representaban a algunos de los ilustres invitados que, por aquella época, visitaban a la monarca y que ésta les entregaba como presente, a modo de agradecimiento.
La costumbre de regalar a las visitas unas galletas de jengibre con forma de muñeco se convirtió en toda una tradición navideña y, posteriormente, adoptó otras formas (por ejemplo de árbol navideño) e incluso se incorporó a otras festividades (como Halloween).
Alrededor de las galletas del «Hombre de jengibre», como son popularmente conocidas, se han escrito numerosísimos cuentos y ha sido protagonista de cortos de animación y algunas películas de carácter navideño.
Dolorespormiabuela 
Querido lector/a
Hoy mi entrada de blog versa sobre el significado de revolución, bajo otro prisma. Te espero.
Feliz día consciente.
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