La «atención olfativa» se refiere a la capacidad de enfocar la conciencia en los estímulos olfativos, es decir, a los olores que nos rodean. Implica prestar atención a lo que olemos, reconocerlo e interpretarlo, lo cual puede evocar recuerdos, sensaciones o incluso desencadenar respuestas emocionales.
- Reconocimiento de olores:La atención olfativa nos permite identificar y distinguir diferentes olores, como el aroma de una flor, el olor de la comida o el perfume de alguien.
- Memoria olfativa:Este proceso también está ligado a la memoria olfativa, que es la capacidad de recordar olores y asociarlos con experiencias pasadas. Por ejemplo, un olor familiar puede desencadenar un recuerdo vívido de un lugar o evento.
- Importancia:La atención olfativa es crucial para nuestra experiencia sensorial y para la forma en que interactuamos con el mundo. Nos ayuda a detectar peligros, como fugas de gas, y a disfrutar de experiencias placenteras, como el aroma de una comida deliciosa.
- Trastornos:La pérdida o alteración de la atención olfativa puede afectar la calidad de vida de una persona y puede ser un síntoma de diversas condiciones médicas.
ACTIVIDAD EN EL AULA
Actividades para estimular el olfato en niños:
- Juego de identificación de olores:Reúne diferentes aromas (vainilla, limón, lavanda, etc.) y pide al niño que los identifique con los ojos vendados, según Lingokids.
- Botellas de olores:Prepara pares de botellas con diferentes aceites esenciales y pide al niño que encuentre las parejas que huelen igual, según Cuarto Sentido.
- Olores y sensaciones:Anima al niño a describir qué sensaciones le produce cada olor (agradable, desagradable, etc.).
- Olores y recuerdos:Asocia olores con momentos especiales o lugares significativos para el niño, según Aromas de Andalucia.
- Oler la comida:Permite que el niño huela los alimentos mientras se cocinan para asociar olores con sabores.
- Olores de la naturaleza:Sal a pasear y explora los olores del entorno natural (flores, árboles, etc.).

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