Observar los pensamientos significa ser consciente de ellos sin quedar atrapado o identificado con ellos. Es como ser un observador imparcial de tu propio flujo mental, notando los pensamientos, emociones y sensaciones que surgen sin juzgarlos ni reaccionar a ellos. Esta práctica, a menudo asociada con la meditación y el mindfulness, permite tomar distancia de los pensamientos automáticos y patrones de pensamiento negativos, fomentando una mayor claridad mental y bienestar emocional.
- No identificarse con los pensamientos:Observar los pensamientos implica reconocer que no eres tus pensamientos, sino más bien el espacio donde esos pensamientos ocurren. Son como nubes que pasan por el cielo, y tú eres el cielo que las observa.
- Atención plena:Implica prestar atención a la experiencia presente, incluyendo los pensamientos, sin juzgarlos ni tratar de cambiarlos. Es un ejercicio de conciencia sin engancharse a la historia que los pensamientos puedan contar.
- Beneficios:Al observar los pensamientos, puedes:
- Identificar patrones de pensamiento negativos o limitantes.
- Reducir el sufrimiento emocional causado por la rumiación o la identificación con pensamientos negativos.
- Desarrollar una mayor ecuanimidad y aceptación ante las experiencias internas.
- Tomar decisiones más conscientes y alineadas con tus valores.
ACTIVIDAD EN EL AULA
La observación de pensamientos se puede cultivar a través de la práctica de la meditación, el mindfulness y otras técnicas de atención plena.
También puede ser útil llevar un diario para registrar los pensamientos y emociones, o simplemente dedicar unos minutos al día a observar conscientemente lo que ocurre en tu mente.
AL inicio de la mañana, en la asamblea, se puede realizar una pequeña meditación para escanear nuestro pensamiento.
Al finalizar las horas lectivas, es un buen momento para rellenar nuestro diario, con los pensamientos y emociones del día, y observar los pensamientos acontecidos a lo largo de la jornada.

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