Victoria Barnett lo tiene todo. Una brillante carrera como enfermera. Un marido guapo y cariñoso. Un bonito hogar en las afueras y el sueño de llenarlo de niños. Pero a veces siente que algo está vacío, que hay un espacio que queda por leer en su vida.
La vida es perfecta… o eso parece. Sin embargo, detrás de las sonrisas que se pueden leer en su rostro, hay secretos escondidos.
Hasta el día en que se ve envuelta en un terrible accidente y todo se desmorona.
Ahora Victoria ya no puede caminar, alimentarse o vestirse por su cuenta. Ni siquiera puede hablar. Está atrapada en el piso más alto de su casa y necesita cuidados las veinticuatro horas del día. Leer sus pensamientos se ha vuelto un desafío.
Su marido contrata a Sylvia Robinson para ayudarle. Pero parece que Victoria no tiene tantas limitaciones como le han contado. Y está desesperada por contar una historia… si tan solo pudiera articular las palabras. A veces, lo que no se dice es lo que más claramente se puede leer entre líneas.
Entonces, Sylvia encuentra el diario de Victoria escondido en un cajón.
Y lo que contiene es aterrador. Leer cada página se convierte en una experiencia escalofriante.

OPINIÓN PERSONAL
Como todos los libros de la autora, te engancha desde el principio, y lo que parece que va a ser, no es. Leer su obra es una experiencia única.
Recomendable 100%.

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