HALLOWEEN 2024 -Castañas Asadas y Leyendas de la Castañera

La Castañada es la versión catalana, aragonesa, balear y valenciana, pero de hecho, existen otras tradiciones alrededor de las castañas en otras localidades, como Asturias, Cantabria, Galicia o Castilla y León. Allí, las castañas se asan en hogueras y es tradición saltar encima de ellas con el fin de ahuyentar los malos espíritus y la mala suerte.

El origen de la fiesta de la Castañada en Cataluña, en cualquier caso, data del siglo XVIII y deriva de las antiguas comidas funerarias, en las que no se servían otros manjares que legumbres, frutos secos y panes votivos de la ofrenda a los difuntos en los funerales, conocidos, más popularmente, como, panecillos, panellets o panelones, y que parecen tener, a su vez, su origen en unos panecillos árabes que se preparaban en Mallorca. La comida tenía un sentido simbólico de comunión con las almas de los difuntos: tostando las castañas, se rezaban las tres partes del rosario por los difuntos de la familia. El Moscatell también estaba muy presente probablemente como derivación del vino que se incluía en los cestos funerarios.

CUENTO DE LA CASTAÑERA

Érase una vez una castañera que se llamaba Tana y era muy buena. Los niños la querían mucho porque cuando no tenían dinero, la castañera les regalaba castañas y porque sabía explicar unos cuentos estupendos. Cuando Tana les narraba un cuento, ellos cerraban los ojos y todo parecía de verdad.

Tana esperaba con alegría la llegada del otoño, cuando las hojas de los árboles se vuelven de color oro, el viento sopla fuere y las hojas bailan alocadas en los campos. Entonces Tana se vestía de castañera: con falda acampanada, blusa ajustada y pañuelo en la cabeza. Se sentaba en su silla y comenzaba a asar castañas.

Las asaba lentamente dejando un delicioso olor a su alrededor.

 Castañas, castañas asadas – vociferaba Tana

Al anochecer cuando el frío comenzaba a ser más intenso, volvía a su casa y preparaba las castañas para el día siguiente.

Tana esperaba con impaciencia el Día de Todos los Santos porque en esas fechas vendía muchísimas castañas. Pero unos días antes de la fiesta una señora extraña y con cara de enfadada entró en la casa de Tana.

Era otra castañera, una señora triste y malhumorada que tenía envidia de Tana porque a ella los niños no le compraban castañas ni le ofrecían sus sonrisas. La otra castañera le robó todas las castañas a Tana y se marchó corriendo.

Tana estaba muy triste; lloró y lloró hasta que se quedó dormida. Al día siguiente, los niños camino a la escuela fueron a comprar castañas, y al no ver a Tana, fueron corriendo a su casa. La encontraron llorando y muerta de frío. Al enterarse de lo que había pasado, rompieron sus huchas, juntaron el dinero y le compraron un saco entero de castañas.

Ella emocionada les decía:

– Sois los niños más maravillosos del mundo.

Mientras tanto, la castañera envidiosa asaba las castañas robadas, que comenzaron a saltar y a explotar haciendo un ruido horroroso.

– Esto es un castigo por haber asado las castañas y haber tenido envidia , se dijo y fue a pedir perdón a Tana, que la perdonó y desde entonces fueron buenas amigas.

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