Los osos o úrsidos son una familia de mamíferos omnívoros. Son animales de gran tamaño, generalmente omnívoros, ya que, a pesar de su temible dentadura, comen frutos, raíces e insectos, además de carne.
Las especies que sobreviven en la actualidad están divididas en tres grupos: La subfamilia Ursinae, que incluye al oso polar, oso pardo, oso negro americano, oso bezudo, oso negro asiático y oso malayo. La subfamilia Tremarctinae, cuyo único representante es el oso frontino.
Los osos se caracterizan por su cabeza de gran tamaño, orejas pequeñas, redondeadas y erectas, ojos pequeños, un cuerpo pesado, robusto y una cola corta. Las patas son cortas y poderosas, con cinco dedos provistos de uñas fuertes y recurvadas garras.
A medida que termina la temporada de verano, el aire se vuelve más fresco, las hojas cambian de color y caen de los árboles, y los osos se vuelven más activos. Están a la caza de comida. Durante los meses de otoño, los osos comen y beben casi sin parar . Necesitan aumentar de peso para prepararse para el invierno y la hibernación
Durante el otoño, antes de hibernar, los osos pasan por un periodo de hiperfagia y consumen grandes cantidades de alimentos de elevado valor calórico, incrementando su capa de grasa para el reposo invernal.










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