Un grupo de hoy adultos queer comparten fotos de su infancia y un breve relato en el que cuentan anécdotas, experiencias, vivencias, primeros amores y reflexiones, a veces dolorosas, de cómo tuvieron que hacerse mayores a la fuerza en un mundo sin referentes para ellos ni para quienes les criaban.
Historias como la de Luli, que de niña ya sabía que le gustaban las mujeres, pero tenía tan interiorizado que gustarte las mujeres equivalía a tener pene que se buscaba un pene escondido por su cuerpo. Si a Luli le hubieran explicado qué era ser lesbiana se habría ahorrado muchas horas.
O la historia de Alessandra, que con cuatro años se maquillaba, se engalanaba con joyas y maquillaje y le decía a su abuela que se iba de paseo al barrio queer de Torremolinos, La Nogalera. Personas que recuerdan hoy cómo se sintieron la primera vez que les permitieron disfrazarse de princesa o cortarse el pelo como querían y no como les dictaba la norma.
OPINIÓN PERSONAL
Un libro que debe ser recomendado, sin duda.
Explica todas las realidades que existen como persona, a través de relatos largos y cortos y preciosas poesías.
Un libro educativo, necesario y real.Un libro que sana y enseña, dando a conocer la realidad actual de las personas Queer ( personas que rechazan todo tipo de clasificaciones hegemónicas del sistema binario varón/mujer).
Dolorespormiabuela 
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